Si bien el país debe mejorar sus líneas de transmisión para desplegar la industria fotovoltaica, especialistas sugieren a sistemas de autoconsumo por sus fuertes retornos de inversión.
De acuerdo al reporte del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, elaborado por el ingeniero Carlos Ulises López Chávez, la generación distribuida es un complemento importante para reducir el consumo por medio de prácticas de eficiencia energética, por control de cargas y uso inteligente de los períodos pico de las redes.
“Si bien la energía solar no podría ser la solución de manera absoluta, es una potencial opción del abanico energético, que podría ir complementada con otras alternativas de generación”, señala el especialista.
El estudio busca exponer puntos relevantes de las inversiones a largo plazo de la generación de energía solar e indagar en sus beneficios.
Las principales virtudes son los retornos de inversión altamente convenientes que ofrecen. Los sistemas solares en techo permiten adquirir energía eléctrica por un periodo de al menos 25 años generando el 80% de la energía que se generaba.
Una de las tarifas más convenientes es la DAC, por su alto costo y por ser el precio real de la energía, sin el subsidio gubernamental.
La inversión para estos proyectos residencias de alto consumo podrían ir desde los $30,000 MXN e ir aumentando conforme sea la necesidad del usuario. De esta forma, empezaría a recibir facturas más económicas y, en el mejor de los casos, solamente pagar el cargo fijo.
La ventaja de estos sistemas es que, por el alto costo de sus tarifas, la inversión del sistema solar comparada con el ahorro de la energía se recuperaría en plazos de aproximadamente 4 años, esto quiere decir que, de los 25 años garantizados, el usuario terminaría con mínimo unos 21 años de energía gratuita
Además, uno de los beneficios que otorga el FISCO es el de la deducción del 100% de la inversión en el primer año, condicionado a mantener el equipo en operación por lo menos 5 años. Esto quiere decir que aun con los bajos retornos de inversión que se pueden manejar en estas inversiones, se puede reducir aún más el tiempo de su amortización, gracias a los beneficios de la deducción de este producto.
Asimismo, cabe destacar que en México existen ya bancos privados que extienden la mano a este tipo de tecnologías y pueden volverse una opción viable de financiamiento.
También hay otras opciones como, los créditos de FIDE (Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica) otorgados por la CFE, que desde el 2013 han aportado créditos a 2,044 proyectos de techos solares e instalado un total de 16 MW, manejando una tasa de interés accesible para el cliente.
También está el programa llamado FOTEASE (Fondo para la Transición Energética y el aprovechamiento Sustentable de la Energía) que otorga a los usuarios un apoyo del 10% de la inversión a fondo perdido y el restante es manejado por la fiduciaria.
Conclusión
A pesar del bajo precio de la energía solar, las opciones de financiamiento y las grandes oportunidades que otorga al país, hay que establecer las bases para poder desplegar aún más la industria y avanzar en la tan esperada transición energética.
De acuerdo al informe, aunque en México existen regiones como Sonora y Baja California donde hay una radiación óptima para el desarrollo de estos proyectos, México cuenta grandes limitantes en la capacidad de transmisión.
Es menester que el gobierno invierta en mejorar la infraestructura del país con el objetivo impulsar aún más la industria fotovoltaica y cumplir con los objetivos de descarbonización planteados en el Acuerdo de París .
Fuente: https://www.energiaestrategica.com/analizan-los-grandes-beneficios-economicos-de-la-generacion-distribuida-en-mexico/
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