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Alejandro Guerrero, Coordinador del WEC, Capítulo México: “La temperatura del planeta se incrementa y por ello es importante pensar en dos consecuencias. Al incrementar la temperatura, hay más evaporación de agua por lo que si estamos pensando un camino para potencializar sistemas solares, estos podrían enfrentarse con problemas mayores respecto a su intermitencia. Y la segunda: Al tener una mayor nubosidad o humedad las centrales eólicas perderían generación debido a que la energía cinética de las masas de aire se movería de forma lenta. La matriz energética en México seguirá manteniéndose principalmente con gas natural. Vale la pena pensar en nuevas políticas públicas orientadas a una diversificación de tecnologías de baja intermitencia como la geotermia y nuclear. Además de una estrategia de inversión bien diseñada de energía eólica y solar

Hoy presentamos, por vez primera, la reflexión editorial de Alejandro Guerrero que, siendo Coordinador del Consejo Mundial de Energía, Capítulo México, conocido en nuestro país como el WEC, nos comparte en esta primera entrega sus ideas y propuestas a título personal.

Muchas de las reflexiones que sobre el sector energético mexicano ha logrado conceptualizar Alejandro, fueron nutridas por el nunca olvidado y entrañable maestro, el Dr. Pablo Mulás, quien en el sector energético nacional dejo una gran enseñanza y abundantes muestras de solidaridad. Hoy es tiempo de dejar los foros donde se abordan y debaten los análisis energéticos nacionales a sus alumnos, seguro que el mentor de quienes fueron sus alumnos directos y de quienes tuvimos la oportunidad de recibir sus consejos, tiene dibujada en su rostro una gran sonrisa por su legado humanista y científico depositado en sus discípulos.

El texto de Alejandro versa sobre el mundo de la energía, sus diversas tecnologías para generarla, sugerencias de políticas públicas para fomentarlas de acuerdo con las circunstancias particulares de cada país, todo ello teniendo como punto de encuentro los estragos que está ocasionando el Cambio Climático en los cinco continentes a propósito de que en estos días se gesta en Egipto, la Conferencia de las Naciones Unidas, la COP 27.

Aquí el texto editorial de Alejandro Guerrero M. quien también ostenta el título de maestro en políticas públicas por la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México.

A unos días de haber iniciado la 27ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2022, la COP27, que se desarrolla en Sharm El Sheikh, en Egipto, el Secretario General de la ONU solicitó seguir con el pacto históricamente establecido en 2015, entre las economías desarrolladas y las emergentes, para evitar: “un cambio climático desbocado”.

Es importante mencionar que uno de los objetivos principales de esta reunión es garantizar la plena aplicación del acuerdo de Paris (COP21) que fue el tratado internacional sobre el cambio climático jurídicamente vinculante, y del cual surge el limitar el calentamiento mundial por debajo de los dos grados centígrados y mantenerlo preferiblemente en 1,5 grados centígrados en comparación con los niveles preindustriales.

Tres hechos en estos últimos años que han marcado una complejidad para lograr el objetivo de mantener el calentamiento mundial por debajo de los dos grados centígrados.

1. En 2017, el entonces Presidente de Estados Unidos Donald Trump dio un giro aislacionista y decide abandonar el Acuerdo de Paris, lo cual es muy representativo por ser el segundo mayor emisor de Gases de Efecto Invernadero en el mundo.

2. Hacia finales del año 2019 un caso totalmente inusitado y del cual los economistas denominamos como un “Cisne Negro”: la pandemia mundial.

3. Y por si después de todo lo anterior no fuera suficiente, en noviembre de 2021 el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el cual lo único que genera cada día es más incertidumbre, además de grandes problemas geopolíticos con efectos caóticos en las economías mundiales.

Por eso vale la pena plantearse hoy más que nunca la pregunta: ¿Estamos a tiempo de mitigar el cambio climático limitando el aumento de la temperatura mundial a 1,5° centígrados para finales de siglo?

Lamentablemente no vamos en la dirección correcta, ya que desde la reunión de la COP26 en Glasgow solo 24 países de 194 presentaron planes nacionales más estrictos.

Si verdaderamente queremos acercarnos al objetivo, tenemos que cambiar completamente la manera en que generamos, transportamos y consumimos. Sin embargo, ante un contexto actual, donde por el conflicto que sostiene Rusia y siendo este el principal suministrador de gas natural a la Unión Europea y en menor medida a la región Asia Pacifico, además de ser el recurso más utilizado en la transición energética a nivel mundial, la situación está orillando a que naciones, que están siendo afectadas directa o indirectamente, busquen alternativas que aseguren la capacidad de un subministro de energía aun y cuando éste se interponga con los compromisos adquiridos.

Tenemos que ser claros y admitir que en el rol de la transición energética para mitigar el cambio climático vamos tarde. En la actualidad observamos cada vez más cambios climáticos radicales, solo por citar un par de ejemplos:

• Las ondas de calor registradas este año en Francia fueron históricas y afectó también a España, Italia y otros países.

• Otro ejemplo es el récord en cuanto a compra de Gas Natural Licuado debido a la crisis de agua en Brasil. Históricamente la generación eléctrica en ese país sudamericano era por medio de centrales hidroeléctricas con aproximadamente el 64 por ciento seguido con un 22 por ciento de energías termoeléctricas y ahora el rol cambia.

Se podrían seguir citando otros ejemplos, lo que da razón de que ya existe un problema real de cambio climático. Y justo una reflexión importante a considerar en las nuevas investigaciones y las tomas de decisiones en cuestión del mejor camino para lograr los objetivos. Plantear ahora que debido al calentamiento que se hace presente de forma notoria y esto causaría perturbaciones importantes en los modelos actuales que se están pensando para lograr mitigar el calentamiento global.

La temperatura promedio del globo terráqueo sigue en aumento y por ello es importante pensar en dos consecuencias directas asociadas a ello.

• La primera es un efecto el cual, al incrementar la temperatura, existe un aumento también en la evaporación de agua a la atmósfera por lo que si estamos pensando un camino inclinado (en países que así lo permitan su clima y sistemas) a potencializar los sistemas solares, estos podrían enfrentarse en un futuro con problemas mayores respecto a su intermitencia.

• Y el segundo que va directamente proporcional al primero, al tener una mayor nubosidad o humedad las centrales eólicas perderían generación debido a que la energía cinética de las masas de aire se movería de forma más lenta.

Sin duda, el uso de gas natural como combustible de la transición energética a nivel internacional seguirá utilizándose de manera intensa ya que supone un complemento perfecto por sus grandes atributos ambientales dado sus bajas emisiones además de tener hoy una infraestructura confiable, experiencia en su manejo para la transportación y una logística adecuada al entorno actual.

Hablemos de México

La matriz energética en México de los siguientes años seguirá manteniéndose principalmente con el uso del gas natural por razones geográficos y económicos.

Sin embargo, vale la pena pensar en un diseño de nuevas políticas públicas que estén orientadas a una diversificación de tecnológicas principalmente limpias y de baja intermitencia como lo son la geotermia y nuclear. Además, claro una estrategia de inversión muy bien diseñada de energía eólica y solar.

En 2015, México fue de los países más comprometidos en el Acuerdo de París en el marco de la COP21, su meta se fijó en el incremento de generación eléctrica proveniente de fuentes limpias a 35 por ciento para el año 2024. Sin embargo, en la última publicación Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional 2021 – 2035, estiman que sea alrededor del 31 por ciento de generación eléctrica de fuentes limpias.

De acuerdo con estudios de Encoord, para lograr cumplir con el objetivo de generar el 35 por ciento en 2024 se debe considerar más de 20 por ciento de generación solar y eólica en el país. Recordemos que la demanda seguirá creciendo cada año y el costo de estas generaciones equivaldrá en alrededor de 17 mil millones de dólares.

Por la parte de hidrógeno, si bien no es un tema relativamente nuevo puesto que se ha utilizado sobre todo en la industria como la conceptualización de un hidrógeno gris es importante también que se pueda ir pensando e imaginando en sus diversas oportunidades que tiene viéndolo ahora como hidrógeno verde. Si bien no hay solo una solución y mucho menos una solución perfecta. Los retos que tiene son importantes pero sus aplicaciones futuras serán claves sin duda alguna.

Debemos de suponer que la solución, por lo menos en el caso de México por sus condiciones actuales, será “relativamente fácil” contribuir cada vez más con los acuerdos en las Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Sin embargo, para cumplir con limitar el calentamiento mundial por debajo de los 2° centígrados será actualmente muy costoso por toda la infraestructura tecnológica que aún falta construir y dado el caso de muchos países que no tienen posibilidades para financiación de proyectos. Considero que, dado el contexto actual, muy seguramente se tendrá que modificar en un futuro (no muy lejano) el límite de mantener de los 2° centígrados por posiblemente a mantenerla por debajo de los 3° centígrados y tener matrices energéticas muy bien diseñadas para afrontar lo que eso supone.

Fuente: PV MAGAZINE (https://www.pv-magazine-mexico.com/2022/11/11/estamos-a-tiempo-de-mitigar-el-cambio-climatico-o-tenemos-que-replantearnos-que-hacer/).